Partido Revolucionario Dominicano..
IDEOLOGIA Y PRINCIPIOS
El Partido Revolucionario Dominicano, como culminación del proceso de crisis y redefinición institucional que ha vivido en los últimos tiempos, adoptó solemnemente, en su Décimo-tercera Convención Nacional Ordinaria finalizada el día 25 de febrero del 1990, la presente Declaración de Principios como base doctrinaria de nuestra organización. Esta Declaración es el resultado del trabajo colectivo del Partido.
Su redacción inicial estuvo a cargo de un nutrido grupo de intelectuales y cuadros de los Departamentos Nacionales de Doctrina y Educación del Partido que tuvieron el honor de dirigir por encargo de su Presidente los compañeros Lic. Raimundo Tirado y Dr. Tirso Mejía Ricart. La misma fue enriquecida posteriormente en numerosos eventos en que participaron dirigentes del Partido a todos los niveles, incluyendo interminables sesiones de trabajo presididas por el propio Dr. Peña Gómez. Luego fue aprobada sucesivamente con modificaciones por la Comisión Política del CEN, el Comité Ejecutivo Nacional, el Pleno Nacional de Dirigentes y la Convención Nacional del Partido.
Para la redacción de dicho documento se utilizaron lo esencial de los mejores estudios disponibles sobre la realidad nacional e internacional y sobre la teoría del socialismo democrático, dentro de las orientaciones del líder máximo del Partido, Dr. José Francisco Peña Gómez, y de la Internacional Socialista, organización a la que pertenece el PRD desde el año 1976. Pero la misma recoge también los aportes de centenares de dirigentes del Partido a todos los niveles, particularmente desde 1979 en que se aprobaron los nuevos Estatutos Generales y se creó la Escuela de Formación de Cuadros de nuestra organización.
Esta declaración supone así mismo la culminación de un largo proceso de evolución de las ideas políticas en el PRD desde su fundación en el exilio hacia el año 1939, con la propia definición de su lema: "Soberanía Nacional, Libertad, Democracia y Justicia Social". Tales principios, que se identificaron con el populismo latinoamericano muy en boga en ese período, se enriquecieron posteriormente en la fragua de la Segunda Guerra Mundial, en virtud de las luchas contra el fascismo y la dominación extranjera que dominaron el panorama político, lo cual condujo gradualmente al fortalecimiento de ese populismo que se manifestó indistintamente bajo los epígrafes de "nacionalismo revolucionario" y de "izquierda democrática".
Posteriormente, tras la caída de la tiranía Trujillista en 1961 y la organización del PRD en el país, sobrevinieron la elección y ascenso de un gobierno Perredeísta en 1963, el golpe de Estado de septiembre de ese año, y luego el movimiento popular de retorno a la institucionalidad democrática, la intervención militar norteamericana y la represión masiva que condujeron al régimen de los Doce Años del Dr. Joaquín Balaguer. Estos eventos contribuyeron a la concientización política del pueblo dominicano y dentro del PRD generaron tendencias a veces divergentes hacia la profundización de su definición doctrinaria en los aspectos políticos y socio-económicos.
A partir de esas experiencias históricas y de las luchas populares que se libraron en los años subsiguientes contra la represión, la dependencia y la corrupción imperantes, el PRD, luego de sufrir la división de un sector minoritario que salió del Partido, adoptó en la novena Convención Nacional del 1976, la Revolución Democrática Nacional como meta estratégica a alcanzar en el país, así como la vía electoral como medio fundamental de llegar al poder.
Dicho concepto la Revolución Democrática Nacional suponía un proceso más profundo de ruptura de las cadenas del despotismo, la dependencia y el subdesarrollo en todos los órdenes que el planteado por el populismo tradicional. Los principios del socialismo democrático comenzaron a aceptarse dentro del PRD, primero dentro de su movimiento universitario desde el inicio de la década anterior, el cual se denominó desde entonces "Frente Universitario Socialista Democrático" (FUSD), luego en virtud de la incorporación del Partido a la Internacional Socialista en 1976, y posteriormente con la inclusión inicial de este ideario político a partir de la Décima Convención Nacional del 1979.
Dicha doctrina, impulsada vigorosamente dentro del Partido por su líder máximo, el Dr. José Francisco Peña Gómez, así como por muchos otros dirigentes distinguidos y una multitud de sus cuadro jóvenes, y concretizada con la presente declaración, va ganando una creciente aceptación dentro de las masas populares de todo el país, quienes la perciben cada vez más como la mejor alternativa política y socio-económica para el futuro dominicano.
Esta Declaración de Principios, aprobada oficialmente por el Partido en su XIII Convención del pasado día 27 de febrero del 1990, junto a una "Estrategia de Partido" y a la "Estrategia de Gobierno", con su aplicación rigurosa, dotarán finalmente al PRD de un cuerpo de doctrina de que carecía, con el cual podrá enfrentar con éxito los retos del mañana, no sólo como fuerza capaz de alcanzar nuevamente el poder y conservarlo, sino para realizar desde el gobierno los cambios políticos, sociales y económicos que requiere la nación dominicana para su desarrollo y bienestar.
Principios - Identificación
1.1 Un Partido de Base Popular El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) es una organización política que expresa las ideas y aspiraciones de amplios sectores del pueblo dominicano, compuesto de campesinos, obreros, intelectuales, estudiantes, profesionales, pequeños y medianos productores, empresarios democráticos, mujeres y jóvenes conscientes, desempleados y subempleados y en fin, de todos los dominicanos que aspiran a realizar un programa de reformas sociales, económicas y políticas que asegure a las grandes masas populares los beneficios de su trabajo y de las riquezas naturales, dentro de un marco de independencia, justicia y libertad.
1.2 Una Organización Democrática dotada de un Programa acorde en los intereses populares:
El Partido Revolucionario Dominicano debe en esencia organizar los diferentes sectores de la sociedad dominicana a partir de un programa coherente con los intereses y anhelos de las grandes mayorías
1.3 Definición clara de los Objetivos Doctrinarios y Estrategia:
Con tales fines, es ineludible que el Partido defina con claridad, a la luz de una visión general y científica de la realidad nacional e internacional, del pasado y del presente, los principios que sustenta y los objetivos que persigue su actividad, así como los lineamientos en que basa su estrategia para llegar al poder y utilizarlo en función de esos objetivos.
1.4 Tareas Cumplidas y Compromiso Actual del PRD:
El Partido Revolucionario Dominicano continuador de las transcendentales tareas cumplidas por sus grandes prohombres, relativas a la educación política del pueblo, la lucha contra la intervención extranjera, la vigencia de los derechos humanos y la existencia misma de un estado de derecho en la República Dominicana, está comprometido ahora ante el pueblo en base a sus principios, para propiciar cambios orientados hacia el logro de una verdadera democracia política, económica y social.
1.5 Misión Histórica del PRD:
El Partido Revolucionario Dominicano, auténtica representación de todas las capas sociales del pueblo dominicano, está llamado a organizar a las grandes masas populares, para alcanzar todo el poder, y con este poder establecer un orden social en el cual no sólo se garantice el pleno ejercicio de los derechos individuales y las libertades públicas, sino el desarrollo económico y social sostenido del pueblo dominicano, su autodeterminación, la redistribución de la riqueza y el aprovechamiento racional de los recursos nacionales.
1.6 Diversidad de Orígenes, Unidad Socio-cultural y Aptitud Básica del Pueblo Dominicano:
El pueblo dominicano es una sociedad constituida inicialmente por diversos grupos étnicos, cuyas raíces culturales, indígenas, europeas y africanas, se han ido diversificando aún más a lo largo de los años con millares de inmigrantes provenientes de Europa, Oriente, El Caribe y América Continental. No obstante, en la actualidad constituye una comunidad sociocultural homogénea, provista de identidad nacional y capaz de construir con su esfuerzo un futuro promisorio.
1.7 Vocación Internacionalista:
El pueblo dominicano, como parte de una comunidad insular del Caribe, Latinoamérica y el Tercer Mundo, debe asumir sus responsabilidades en el concierto de las naciones que buscan activamente un mejor destino a partir del principio de autodeterminación nacional, así como los de cooperación y solidaridad con los demás pueblos del mundo.
1.8 Tradición Progresista:
El pueblo dominicano ha desarrollado en el curso de cinco siglos de historia, una tradición de lucha contra la opresión, la ingerencia extranjera y las desigualdades socioeconómicas, que es una fuente de inspiración para quienes hoy en día plantean cambios progresistas en la sociedad.
1.9 Potencialidades del País: Nuestro País tiene una posición Privilegiada desde los puntos de vista de sus riquezas naturales, la facilidad de sus comunicaciones tanto nacionales como internacionales, su clima poco riguroso, y sobre todo, de la generosidad y capacidad de sacrificio de su pueblo. Todo lo cual permite alcanzar un desarrollo económico y social sostenido, con la ayuda de una adecuada planificación y regulación de sus actividades económicas.
1.10 Por un Gobierno Socialista Democrático: El Estado Dominicano, bajo la inspiración del PRD y del Socialismo Democrático, deberá ser agente de la construcción de una nueva sociedad donde predominen la libertad, el bienestar, la justicia, la igualdad y la solidaridad entre los hombres, en base a la autodeterminación popular, la coparticipación, la paz, el trabajo, y la honestidad de todos los sectores sociales. Principios - Contexto Internacional
2.1.- La Internacionalización del Mundo actual: La humanidad de hoy está inmersa en un mundo caracterizado por la internacionalización creciente de la sociedad, que se manifiesta en la realidad económica, social, política y militar de la actualidad.
2.2.- La Revolución Tecnológica y sus Efectos: El extraordinario desarrollo tecnológico que ha alcanzado el género humano en los últimos años ha permitido llevar al hombre al espacio exterior y automatizar la producción de bienes y servicios. Esto, lo mismo puede propiciar un mayor grado de libertad y bienestar para todos, que precipitar a los pueblos en la miseria y en la guerra, o conducirlos a nuevas formas de dominación aún más despiadadas, particularmente a los países del llamado Tercer Mundo. Del mismo modo el uso indiscriminado de tecnologías y la falta de protección contra los efectos y residuos de los procesos de transformación tecnológica conllevan un peligro para el medio ambiente y para la propia vida sobre la tierra.
2.3.- Las Nuevas Realidades Económicas: El poder financiero monopolista y las nuevas tecnologías están permitiendo a las naciones industrializadas generar, cada vez más, materias primas y productos agrícolas que anteriormente importaban para su consumo e industrias, o sustituirlos por materiales sintéticos, bien sea a más bajo costo o mediante subsidios a sus productores. Se provoca de esta manera, la depresión en los precios de los productos de exportación tradicionales de los países en desarrollo, sacando asimismo de la competencia internacional a sus artículos industriales. Del mismo modo, el deterioro del medio ambiente, la limitación relativa de los recursos naturales, y el crecimiento constante de la población, hacen más difícil y desesperante la situación de nuestros pueblos, poniendo en peligro el propio destino de la raza humana.
2.4.-La nueva dependencia del Tercer Mundo: Los países en desarrollo participan en esa nueva internacionalización, con el lastre de varios siglos de dependencia política y económica, la cual fue creando una injusta división del trabajo a nivel mundial, que les atribuyó el papel de simples suplidores de productos agrícolas y materias primas. Esta dependencia se manifestó inicialmente bajo las formas de dominación colonial y monopolios comerciales y en la actualidad a través de las empresas transnacionales y el endeudamiento externo. Las corporaciones transnacionales, utilizando tecnologías avanzadas para la producción y distribución de bienes y servicios, así como facilidades financieras de que carecen usualmente las empresas públicas y privadas nativas, ha ido absorbiendo en su beneficio el mercado interno e internacional de los países en desarrollo. Asimismo, los grandes bancos especulan con las deudas que éstos han contraído para atender a sus necesidades y proyectos de desarrollo.
2.5.- La Interdependencia Norte-Sur: En esta etapa de creciente interdependencia entre los pueblos, la miseria, la ignorancia y las deudas que agobian hoy a los países en desarrollo del Sur, repercuten también en las naciones industrializadas del Norte, bajo las formas de reducción de sus ventas, desempleo y la imposibilidad de los primeros para cumplir los compromisos internacionales contraídos con los países desarrollados.
2.6.- Los Peligros de la Guerra y el Armamentismo: Por su parte, la amenaza, que se cierne sobre toda la humanidad, de ser aniquilada por el holocausto de una guerra termonuclear, así como las guerras regionales convencionales y el armamentismo creciente, fueron alentados durante mucho tiempo por la confrontación entre las dos superpotencias del Este y del Oeste y el afán de lucro de las potencias industriales. De ahí que la lucha continua por la paz y el desarme son imperativos para la supervivencia, la recuperación económica y la progresiva liberalización política de la sociedad contemporánea. Por esas razones de exigirse que se invierta, en beneficio del desarrollo socioeconómico de los países menos favorecidos, gran parte de los enormes recursos que hoy en día se gastan en armamentos y aprestos de guerra.
2.7.- La necesidad de un Liderazgo Democrático y Capaz: Frente a las circunstancias antes señaladas, se requiere el desarrollo de un liderazgo capaz de ejercer un control democrático pero efectivo, sobre las transformaciones que generan los pasmosos avances de la ciencia y la tecnología contemporánea, a fin de ponerlas al servicio de toda la humanidad y eliminar las desigualdades y lacras que hoy padecen grandes sectores de la población. Sobre esas bases se podrá crear un nuevo orden internacional caracterizado por una mayor libertad, bienestar, igualdad, justicia y la solidaridad entre los pueblos del mundo.
2.8.- El Socialismo Contemporáneo: El Socialismo es una corriente del pensamiento que hereda una rica tradición de ideas y prácticas sociales igualitarias, basadas, tanto en principios religiosos y morales, como en concepciones políticas y económicas. En la historia contemporánea las ideas socialistas adquirieron vigencia como respuesta a la explotación inmisericorde de los trabajadores, y a las graves contradicciones y desajustes que trajo consigo la Revolución Industrial y el capitalismo moderno desde el pasado siglo, agudizados posteriormente por aquellos generados por los extraordinarios avances que han alcanzado la tecnología, el comercio y la comunicación de masas.
2.9.- Significación Histórica del Socialismo Democrático: El Socialismo Democrático descansa en la premisa de que los avances que han alcanzado la ciencia y la tecnología moderna son tan importantes, que pueden asegurar el bienestar con libertad para todo el género humano. Todo esto en virtud de una organización democrática de la producción y distribución de bienes y servicios, consentida por las mayorías y adaptable a las características culturales y a las condiciones de vida de cada pueblo. Estos objetivos son abrazados por los partidos miembros de la Internacional Socialista contemporánea y otras fuerzas políticas avanzadas del mundo, y no pueden ser alcanzados con el individualismo egoísta que predomina en el estado liberal u oligárquico, ni por el colectivismo totalitario.
2.10.- El tránsito hacia el Socialismo en Libertad: Estas perspectivas implican que el tránsito hacia el socialismo en libertad supone u
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