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domingo, 25 de marzo de 2012

¿Cómo hacer una bibliografía?


Universidad Tecnológica De Santiago
(UTESA)

La universidad del conocimiento para toda la vida

Dr. Daniel E. Rodriguez C.

Introducción

¿Cómo hacer una bibliografía?

Todo artículo científico que refleje una investigación realizada contendrá referencias a otros autores y otros estudios que nos han ayudado a plantear nuestro trabajo. Dichas citas se deben realizar en el texto cuando hagamos referencia expresa a un autor o artículo concreto. Aunque hay varias formas de citar, el patrón que nosotros seguiremos será:

- Escribir entre paréntesis el apellido del autor y el año de publicación separados por una coma.
- Si se citaran varios trabajos a la vez, se escribirían a continuación de la misma forma y separados con punto y coma.
- Si se citaran dos o más trabajos a la vez del mismo autor, no se repetirá el nombre, sino que se pondrán a continuación los años de publicación separados por una coma.
- En el caso de que hubiera publicados en el mismo año dos trabajos del mismo autor se añadirían las letras a, b, c... a los años para distinguirlos. Estás letras también se añadirán en la lista de referencias al final del artículo.
- Si hay más de tres autores, se especificará el primero seguido de la fórmula latina et al.

Más adelante, en el último apartado de nuestro trabajo se concretará y especificarán todos los datos del artículo o libro al que nos estamos refiriendo, así como otras fuentes consultadas y no necesariamente citadas. Es lo que constituirá la bibliografía del trabajo.
En primer lugar todas las referencias deberán estar ordenadas por orden alfabético, y dentro de cada una de ellas habrá que seguir el orden especificado a continuación.

LIBRO:
1. Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se separarán por punto y coma y un espacio.
2. Año de publicación, entre paréntesis.
3. Título en cursiva, respetando mayúsculas y minúsculas.
4. Edición, si no es la primera.
5. Editorial.
6. Lugar de publicación.
EJEMPLO:
Novales, A., (1993), Econometría, (2ª Edición), McGrawHill, Madrid
,
AUTOR
AÑO
TÍTULO
EDICIÓN
EDITORIAL
LUGAR DE
PUBLICACIÓN

CAPÍTULO DE LIBRO:
1. Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se separarán por punto y coma y un espacio.
2. Año de publicación, entre paréntesis.
3. Título del capítulo entre comillas.
4. en
5. Título del libro donde está publicado, en cursiva.
6. Edición, si no es la primera.
7. Editorial.
8. Lugar de publicación.
9. Páginas.
EJEMPLO:
Foulkes, F. K., (1998),El futuro de los RR.HH., en El Futuro de la Dirección de
Recursos Humanos, Ediciones Gestión 2000, Barcelona, pp. 300-306.


ARTICULO:
1. Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se separarán por punto y coma y un espacio.
2. Año de publicación, entre paréntesis.
3. Título del artículo entre comillas.
4. Nombre de la Revista donde se ha publicado, en cursiva.
5. Volumen.
6. Número.
7. Páginas del artículo.
EJEMPLO:
Fama, E. F., (1965),The behavior of stockmarket prices, Journal of Business,
Vol. 38, No. 1, pp. 34-105
,
AUTOR
AÑO
TÍTULO
REVISTA
VOLUMEN
NÚMERO
PÁGINAS
AUTOR
AÑO
TÍTULO CAPITULO
EDITORIAL
LUGAR DE
PUBLICACIÓN
TÍTULO LIBRO
PÁGINAS

DOCUMENTOS DE TRABAJO:
1. Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se separarán por punto y coma y un espacio.
2. Año de publicación, entre paréntesis.
3. Título del artículo entre comillas.
4. Referencia o número.
5. Organismo o entidad que lo ha pubicado.
EJEMPLO:
Bensalah, Y., (2000), “Steps in applying extreme value theory to finance: A
review.” Documento de trabajo no. 20, Banco de Canadá.


PÁGINAS WEB.
1. Organización responsable de dicha página web.
2. Título, tema, o serie numérica descargada. (en cursiva)
3. Fecha de publicación. (si procede)
4. Fecha de la última visita. (día mes año)
5. Dirección web.
EJEMPLO:
Instituto Nacional de Estadística, Encuesta de ocupación hotelera 2000:
Viajeros entrados por país de residencia y categoría, Consulta: 25 septiembre
2004, <htttp://www.ine.es>
AUTOR
AÑO
TÍTULO
REFERENCIA
ORGANISMO
ORGANIZACIÓN
SERIE ECONÓMICA
FECHA CONSULTA
DIRECCIÓN WEB
LAS CITAS O APARATO CRÍTICO

Llámase aparato crítico al conjunto de citas, referencias y notas aclaratorias que es preciso incluir en un trabajo para dar cuenta de los aportes bibliográficos sobre los que el mismo se apoya. Sabido es que el pensamiento científico se desarrolla mediante una labor continuada, en la que los nuevos conocimientos tienen como punto de partida el saber ya acumulado en una disciplina. En tal sentido puede considerarse a todo autor como un continuador de quienes le han precedido, aunque sea simplemente porque ellos hayan afirmado proposiciones erróneas que sirven como punto de partida para ejercer la crítica con la que se va construyendo un nuevo saber.
Ningún investigador serio se lanza a buscar nuevos conocimientos sobre los hechos sin tener una sólida información respecto a la labor ya realizada en su campo de trabajo. Por eso resulta indispensable hacer explícitas tales conexiones, porque así se tiene un fundamento para elaborar nuevas ideas y porque de ese modo también se respeta y se toma en cuenta expresamente el aporte de quienes ya han trabajado sobre el tema.
Para lograr lo anterior es necesario hacer referencia clara a la bibliografía que se haya consultado, la cual debiera resumir, del modo más completo posible, la suma de los aportes que posibilitan la realización del trabajo. Ello se hace mediante dos recursos técnicos, bastante similares entre sí aunque no idénticos: las citas textuales y las referencias a obras existentes.
Se llama cita a la trascripción textual de palabras y frases de otro autor, las cuales se insertan en una obra o trabajo de investigación.
También se conoce con este nombre a la llamada o referencia de un libro, la cual se presenta al lector para identificar el material con el cual se realizó la obra o trabajo de investigación.
Todo trabajo científico debe estar en lo posible, respaldado por citas, ya que éstas infunden confianza al lector, y dan seguridad al investigador.
La cita es un pasaje textual que se reproduce de una fuente bibliográfica (libro, revista científica, enciclopedia, entre otros.). Se utilizan cuando se toman las palabras de un autor como fundamento para la exposición de los investigadores o para entablar algún tipo de contraposición. Se cita un texto sólo cuando el material citado resume un punto clave (concepto, idea principal, definición) con el cual el autor está de acuerdo o al cual el autor desea combatir.
Durante el proceso de la recolección de los datos para un informe se hace acopio de muchas citas, luego se suelen elegir las que se van a incorporar a la investigación. Se sugiere que se coloquen por lo menos dos citas en cada capítulo.
Las citas deben tener un comentario hecho por el o los autores, que se puede colocar antes o después de la misma.
Todas las citas deben corresponder exactamente con el original en cuanto a su ortografía, uso de mayúscula, minúsculas, puntuación y sintaxis. Cuando una cita en su forma original contiene algún error, de cualquier tipo, se añade la palabra Sic en cursiva o entre corchetes para indicar que se copió textualmente aunque con un error. Las citas se colocan entre comillas.
Cada cita lleva igualmente la descripción de la fuente de donde ha sido tomada, la cual se denomina habitualmente referencia, como se dijo en párrafos anteriores y está compuesta por los siguientes elementos:
a) indicador
b) autor; y
c) título de obra y página de donde fue tomado el texto.

Cada cita debe responder a una necesidad del investigador y sirve para introducir una idea, para reforzarla, para dar tratamiento adecuado a un tema, entre otros. Debe evitarse el citar por citar, como también el realizar un trabajo sólo de citas, sin que aparezca colaboración del investigador. Es común este tipo de trabajo, en el cual se fusilan dos o tres autores, pero no se aporta nada, ya que ni se les hace un análisis, menos una crítica y mucho menos una síntesis. Cuando se realiza una cita, que lo mismo puede ser de un autor, una institución, una obra literaria, en fin en la medida de la necesidad del investigador, dicha cita debe ser debidamente comentada por el autor del trabajo de investigación, pudiendo ser ésta en forma favorable o adversa, porque no hace sentido realizar una cita y luego no emitir un juicio sobre la misma.



TIPOS DE CITAS
Existen varios tipos de citas, unas incluyen un texto en el escrito, ya sea éste directo o indirecto; otras buscan aclarar el contenido de una idea. Generalmente se le denomina a ésta cita nota.



CITA DIRECTA
Esta cita es llamada también textual, es aquella en la cual se transcribe una idea o concepto de un autor de manera textual, es decir, tal como aparece en la obra, incluyendo errores si los hubiere.
Esta cita debe ir entre comillas y dentro de un texto del escrito. Después del punto debe indicarse el indicador de la fuente. Cuando la cita textual es muy extensa debe destacarse del contexto del escrito y se eliminan las comillas, pero después de punto final debe ir el respectivo indicador. Más adelante el lector podrá encontrar más detalles sobre este tipo de citas. Un ejemplo ilustra mejor lo que se ha dicho anteriormente.
´´Nuestra constitución prohíbe expresamente la pena de muerte sin importar el delito cometido. Muchos autores a los que seguimos se oponen a la pena de muerte porque el hecho de que el Estado dominicano instituya la pena de muerte en la República Dominicana es una expresa renuncia a su deber y obligación de proteger a los ciudadanos…´´1.



CITA INDIRECTA
Una cita es indirecta cuando se hace referencia a una idea o concepto de un autor, la cual no se transcribe textualmente y aunque nos valemos de nuestras palabras somos fieles a la idea del autor, razón por la cual es necesario indicar la fuente de donde proviene la informacion que extraemos.
En la cita indirecta se coloca el indicativo, es decir un número pequeño en cima de la última palabra y antes de citar la idea o conceptos del autor, es decir, se hace referencia al autor, se coloca el indicador y luego la idea. Ejemplo: Abelardo,2 Manzo presenta una serie de modelos para citar documentos gubernamentales, pero insiste en que no hay reglas para ello, sin embargo, fundamentalmente se debe indicar la identificación del documento.



CITA DE CITA
La cita de cita es cita que se realiza con fundamento en la autoridad de un autor que cita a otro. Es decir, no se consulta directamente al autor de la idea sino que se toma de una cita que hace un autor que sí consultó la fuente.
En lo posible debe tratarse de llegar a la fuente, pero siendo imposible que se pueda recurrir a este tipo de cita. Ejemplo:
Teilhard anota la importancia de la fe en el hombre cuando dice: “La fe en la paz: sólo es posible, sólo es justificable, no lo olvidemos, sobre la tierra en la que domine la fe en el futuro, la fe en el hombre”.3



ORDEN Y COLOCACIÓN DE LAS CITAS
Una vez anotada la idea que se quiere tratar, ya sea textual o no, deberá indicarse la fuente o referencia de la cita propiamente dicha. Se puede citar o referenciar de varias formas, al pie de página, al final de cada capítulo, al final de cada parte, o también al final de la obra. Cada cita lleva su correspondiente referencia y comúnmente se da a la cita y referencia a la misma denominación.
El investigador está en libertad de citar según le parezca o convenga, pero una vez haya escogido, por ejemplo, citar al final de cada capítulo, debe ser cohernte o constante, es decir no debe mezclar citas al pie de página y al final de capítulo.
Cada cita debe responder fielmente a la idea anotada en el texto, por lo cual los indicadores deben seguir una secuencia del uno al infinito.



CITA DE PIE DE PÁGINA
La cita de pie de página es aquella en la cual se indica la fuente, página por página. Generalmente no son más de tres citas, pero pueden presentarse excepciones. Para citar al pie de página es necesario tener en cuenta la página guía para equilibrar los espacios. Las citas no deben tomarse espacios correspondientes al margen inferior.
Deberá separarse el escrito del texto y la cita por una raya horizontal de cuatro centímetros y se colocará el indicador seguido de un punto, luego los datos referentes a la fuente. Basta colocar el nombre del autor, título de la obra y la página en donde se encuentra la idea. No son necesarios otros datos, ya que éstos aparecen al final en la bibliografía.



CITA AL FINAL DE CAPÍTULO
La cita al final del capítulo no es sino aquella cita en la cual se indica la fuente de un capítulo. Para ello, al final del capítulo se comienza una página con el título de citas en mayúscula, luego se colocará el respectivo indicador, y seguidamente los datos referentes a la fuente, tal como en la cita de pie de página.



CITA AL FINAL DE PARTE
Cada parte de un capítulo cubre varios capítulos, por tal razón, cuando se cita al final de parte, la secuencia de los indicadores cubrirá varios capítulos. Al final de la parte correspondiente se comenzará una página con el título de la o las citas en mayúscula, luego se indicará el respectivo indicador y seguidamente los datos referentes a la fuente, tal como en la cita de pie de página.



CITA AL FINAL DE LA OBRA
Para realizar la cita al final de la obra, se procede tal como para el final de capítulo o parte, con la diferencia de que la secuencia de los indicadores cubrirá toda la obra.
Una cita textual es la transcripción exacta de lo que ha dicho otro autor dentro del trabajo que se redacta. Una referencia (o cita ideológica, como a veces también se la llama) es la inclusión de ideas de otros autores pero en forma de resumen, interpretación o paráfrasis. Cada una de estas técnicas cumple con objetivos específicos y se adapta a necesidades particulares del trabajo intelectual.
Las citas textuales (también llamadas directas o literales) se utilizan cuando las afirmaciones que queremos traer a colación son de una importancia tal que ameritan su transcripción literal. Ello ocurre especialmente cuando nos proponemos criticar las palabras de un autor o tomarlas como fundamento para nuestra exposición. Se comprenderá que, en el primer caso, resultaría injusta y de poco valor la crítica a nuestra versión de las palabras de otro; es preciso allí ser exactos, respetar la forma original en que se ha expresado el escritor al que aludimos. Lo mismo ocurre naturalmente en el otro caso, especialmente cuando se trata de conceptos o de definiciones, de afirmaciones que sintetizan una idea central del autor citado, o de un párrafo de particular concisión o belleza.
En tales condiciones la cita textual enriquece nuestro escrito, pues nos permite incorporar con exactitud y en forma breve un conjunto de ideas ya desarrolladas por otros. También se suele usar lo que se llama cita “de autoridad”, especialmente cuando queremos reforzar nuestras opiniones en torno a algún debate existente. En esas circunstancias resulta a veces útil informar al lector que no sólo somos nosotros los que así pensamos, sino que hay alguna autoridad en la materia, algún escritor clásico o célebre con el que compartimos puntos de vista. En todos estos casos la cita textual nos proporciona precisión y seguridad: no hay que olvidar que el cambio de una palabra, de un simple signo de puntuación a veces, puede alterar por completo el sentido de lo que se expresa en una oración.
Si bien las citas literales son, por todo lo anterior, tan importantes en un texto, ello no significa sin embargo que se deba exagerar su uso. Un desmedido número de citas, por lo general, da la impresión de cierta inseguridad, de que necesitamos constantemente apoyarnos en las ideas de otros y revela, por otra parte, una cierta falta de originalidad, particularmente cuando se trata de materias que son bien conocidas. El resultado puede ser bastante negativo para el trabajo que hagamos, puesto que el lector, ya así mal predispuesto, encontrará además que la lectura se le torna tediosa.
Por supuesto, no hay una norma fija en cuanto al número óptimo de citas a intercalar en un texto. Lo prudente aquí es razonar en cada ocasión la necesidad de apelar a este recurso, teniendo en cuenta que existen grandes diferencias de acuerdo a la materia tratada: no es lo mismo, en tal sentido, un trabajo histórico que requiere de un fundamento para cada afirmación que se haga, o un escrito filosófico en el que deben criticarse con rigurosidad expresiones complejas, que una obra sobre matemáticas o física experimental. En caso de dudas siempre se recomienda al investigador o escritor poco experimentado que recurra al ejemplo de trabajos que sean considerados como especialmente valiosos dentro de su campo de conocimientos. Ellos podrán darle una pauta más concreta, atendiendo a los usos y costumbres imperantes en cada disciplina, cada lugar y cada época, puesto que es fácil comprobar la existencia de grandes variaciones al respecto.
La advertencia que se acaba de formular respecto a la exagerada cantidad de citas debe hacerse también en cuanto a la extensión de cada una. Es bueno recordar aquí que una transcripción textual vale por su síntesis, porque puede expresar clara y concisamente una idea que nos resulta de interés. Por ello es imprescindible analizar bien el texto que estamos citando para encontrar los párrafos más adecuados a nuestros propósitos, sin caer en el vicio de trasladar largas e innecesarias secciones del texto original. Tampoco es aconsejable, por cierto, citar fragmentos inconexos, que pierden o alteran totalmente su sentido fuera del contexto en que fueron formulados.
Para indicar claramente a los lectores que se está utilizando material extraído de la bibliografía es preciso, rigurosamente, encerrar entre comillas las palabras que se citan. Debe prestarse especial cuidado a este detalle formal, puesto que de otro modo se está cometiendo sencillamente un plagio, utilizando como si fueran nuestras expresiones que hemos tomado de los demás.
Cuando se hacen citas relativamente largas o sobre las que de modo especial haya de recaer nuestro análisis, conviene que las destaquemos del texto principal por medio de algún recurso de diagramación. Se suele emplear para ello la sangría de todo el párrafo citado y un cuerpo o tipo de letra menor (cuando se escribe en computadora) o simplemente un espaciado entre líneas menor que el del resto del trabajo (un espacio en vez de dos) cuando se usa máquina de escribir.
Para que el lector sepa de quién son las palabras que estamos transcribiendo se coloca una llamada en el texto, después de cada cita, que nos remite a una nota donde se expresa claramente la fuente misma: deben apuntarse allí, en este orden, el nombre del autor, el título de la obra (subrayado si es libro o encomillado si es otro tipo de trabajo), la editorial, la ciudad donde se editó y el año de edición, así como la página exacta de donde se ha extraído la cita.

EL USO CORRECTO DE IDEM



IDEM. A menudo se presenta la cuestión de que un investigador se vea en la necesidad de citar varias veces a un mismo autor en una misma página y para evitar la redundancia desagradable, en la escritura se acude a la sigla “idem”, que es un adverbio y a su vez una locución latina que significa “lo mismo”. Abundando más sobre esta sigla de tanta utilidad en metodología de la investigación, esta nomenclatura viene del latín idem.
Es un pronombre que significa “el mismo”, “lo mismo”. Usase generalmente en las citas para representar el nombre del autor últimamente mencionado, y en las cuentas y listas, para denotar diferentes partidas de una sola especie. Idem es además un adverbio coloquial, que quiere decir: “Lo mismo que ya se ha dicho”. “Lo mismo es lo uno que lo otro”. Se abrevia ID y se emplea para evitar repeticiones.






EL USO DE IBIDEM (IBID)
Ibidem es una palabralatina que significa allí mismo, en el mismo lugar, en el mismo punto, en la misma página. Se abrevia Ibid. y así mismo se usa en metodología de la investigación científica.
Se acostumbra a usar cuando citamos un mismo autor varias veces, seguidamente, usamos la palabra Ibid para evitar repetir los datos referentes a la fuente, indicando con esa palabra que la cita es del mismo autor o que estamos citando la misma fuente a la que ya hemos referencia en la obra.
Ibidem significa ‘en el mismo lugar’. Se utiliza para hacer notar que se trata del mismo documento consultado; se usa cuando no se intercalan notas de otros documentos.
Para poder usar Ibid es condición esencial la secuencia de citas de un mismo autor y obra. Si éstas son interrumpidas por otra referencia ya no se podrá usar ibid. Ejemplo:
  1. Tamayo y Tamayo, Mario. Fenomenología de la Religión, página 27.
  2. Ibid, Página 34.
  3. Ibid, Página 47.


USO DE OPERE CITATO (OP. CIT.)
La Locus ci cit., del latín locus citado, que significa lugar citado. Se usa para señalar que se trata de referencias del mismo documento y página
Op. cit. significa “obra citada”. Se usa para hacer referencia a un trabajo citado con anterioridad.
La locución op. cit., viene del latín, es apócope de opus citatum opere citato, que significa la obra citada, de la obra citada. Es el término usado para proveer una nota al pie, cita que refiere a una anterior.
Para encontrar la fuente del op. cit., uno debe buscar en todas las notas al pie previas para hallar el autor relevante. La fuente relevante está citada allí.
En la cita legal, refiere a la fuente citada inmediatamente antes de la última fuente citada. Ibíd. refiere a la última fuente citada.
Se usa el ibid y el op. cit. cuando al citar se quiere abreviar el uso de la fuente para la cual hay normas especiales que a continuación trataremos.
Op. cit. es la abreviatura de la palabra opere citato, que significa obra citada. Se usa cuando se cita más de una vez a un mismo autor y se quiere evitar repetir datos referentes a la fuente, y si entre la primera cita y la que se hace nuevamente hay de por medio otras referencias.
La locución latina opere citato (op. cit.) debe ir acompañada del o los apellidos del autor para identificar la obra y precedido de una coma. Luego se indicará la página como el ejemplo que presentamos a continuación:
  1. Tamayo y Tamayo, Mario. Fenomenología de la Religión, página 27.
  2. Sciacca. Dios y la Religión en la Filosofía actual, página 137.
  3. Tamayo y Tamayo, op. cit., página 47.
0
Cuando en un mismo trabajo se usan varias obras de un mismo autor no es conveniente usar el op. cit. En este caso se usa Ibid cando las citas son seguidas y cita normal cuando hay referencias de por medio.
Existe otro sistema, más frecuente en los países anglosajones, según el cual no se coloca la llamada y la nota sino que se intercala, luego de la cita, un paréntesis donde se pone sólo el nombre del autor, la fecha de la obra y la página que se ha citado; el lector luego puede encontrar, guiado por el año de publicación, el título y demás datos de referencia del texto original en la bibliografía general.



1 García Mirabal, Andrés. Apuntes sobre la pena de muerte en la República Dominicana, Página 60.
2 Manzo, Abelardo. Manual para la preparación de monografías, Página 41.
3 Teilhard de Chardin. El porvenir del hombre, citado por Kay Canavero y Angelo Marchese. Teilhar de Chardin, hijo de obediencia, Página 82.

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