Universidad
Tecnológica De Santiago
(UTESA)
“La
universidad del
conocimiento
para toda
la vida”
Dr.
Daniel E. Rodriguez C.
Introducción
¿Cómo
hacer una bibliografía?
Todo
artículo
científico
que
refleje
una
investigación
realizada
contendrá
referencias
a
otros
autores
y
otros
estudios
que
nos
han
ayudado
a
plantear
nuestro
trabajo.
Dichas
citas
se
deben
realizar
en
el
texto
cuando
hagamos
referencia
expresa
a
un
autor
o
artículo
concreto.
Aunque
hay
varias
formas
de
citar,
el
patrón
que
nosotros
seguiremos
será:
-
Escribir entre paréntesis el apellido del autor y el año de
publicación separados por una coma.
-
Si se citaran varios trabajos a la vez, se escribirían a
continuación de la misma forma y separados con punto y coma.
-
Si se citaran dos o más trabajos a la vez del mismo autor, no se
repetirá el nombre, sino que se pondrán a continuación los años
de publicación separados por una coma.
-
En el caso de que hubiera publicados en el mismo año dos trabajos
del mismo autor se añadirían las letras a, b, c... a los años para
distinguirlos. Estás letras también se añadirán en la lista de
referencias al final del artículo.
-
Si
hay
más
de
tres
autores,
se
especificará
el
primero
seguido
de
la
fórmula
latina
et
al.
Más
adelante, en el último apartado de nuestro trabajo se concretará y
especificarán todos los datos del artículo o libro al que nos
estamos refiriendo, así como otras fuentes consultadas y no
necesariamente citadas. Es lo que constituirá la bibliografía del
trabajo.
En
primer lugar todas las referencias deberán estar ordenadas por orden
alfabético, y dentro de cada una de ellas habrá que seguir el orden
especificado a continuación.
LIBRO:
1.
Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila
reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se
separarán por punto y coma y un espacio.
2.
Año de publicación, entre paréntesis.
3.
Título en cursiva, respetando mayúsculas y minúsculas.
4.
Edición, si no es la primera.
5.
Editorial.
6.
Lugar de publicación.
EJEMPLO:
Novales,
A.,
(1993),
Econometría,
(2ª
Edición),
McGrawHill,
Madrid
,
AUTOR
AÑO
TÍTULO
EDICIÓN
EDITORIAL
LUGAR
DE
PUBLICACIÓN
CAPÍTULO
DE
LIBRO:
1.
Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila
reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se
separarán por punto y coma y un espacio.
2.
Año de publicación, entre paréntesis.
3.
Título del capítulo entre comillas.
4.
en
5.
Título del libro donde está publicado, en cursiva.
6.
Edición, si no es la primera.
7.
Editorial.
8.
Lugar de publicación.
9.
Páginas.
EJEMPLO:
Foulkes,
F.
K.,
(1998),
“El
futuro
de
los
RR.HH.”,
en
El
Futuro
de
la
Dirección
de
Recursos
Humanos,
Ediciones
Gestión
2000,
Barcelona,
pp.
300-306.
ARTICULO:
1.
Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila
reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se
separarán por punto y coma y un espacio.
2.
Año de publicación, entre paréntesis.
3.
Título del artículo entre comillas.
4.
Nombre de la Revista donde se ha publicado, en cursiva.
5.
Volumen.
6.
Número.
7.
Páginas del artículo.
EJEMPLO:
Fama,
E.
F.,
(1965),
“The
behavior
of
stockmarket
prices”,
Journal
of
Business,
Vol.
38, No. 1, pp. 34-105
,
AUTOR
AÑO
TÍTULO
REVISTA
VOLUMEN
NÚMERO
PÁGINAS
AUTOR
AÑO
TÍTULO
CAPITULO
EDITORIAL
LUGAR
DE
PUBLICACIÓN
TÍTULO
LIBRO
PÁGINAS
DOCUMENTOS
DE TRABAJO:
1.
Apellido del autor (o en su defecto editor), nombres de pila
reduciéndolos a las iniciales. Cuando existan varios autores se
separarán por punto y coma y un espacio.
2.
Año de publicación, entre paréntesis.
3.
Título del artículo entre comillas.
4.
Referencia o número.
5.
Organismo o entidad que lo ha pubicado.
EJEMPLO:
Bensalah,
Y., (2000), “Steps in applying extreme value theory to finance: A
review.”
Documento de trabajo no. 20, Banco de Canadá.
PÁGINAS
WEB.
1.
Organización responsable de dicha página web.
2.
Título, tema, o serie numérica descargada. (en cursiva)
3.
Fecha de publicación. (si procede)
4.
Fecha de la última visita. (día mes año)
5.
Dirección web.
EJEMPLO:
Instituto
Nacional
de
Estadística,
Encuesta
de
ocupación
hotelera
2000:
Viajeros
entrados
por
país
de
residencia
y
categoría,
Consulta:
25
septiembre
2004,
<htttp://www.ine.es>
AUTOR
AÑO
TÍTULO
REFERENCIA
ORGANISMO
ORGANIZACIÓN
SERIE
ECONÓMICA
FECHA
CONSULTA
DIRECCIÓN
WEB
LAS
CITAS O APARATO CRÍTICO
Llámase aparato
crítico al conjunto de citas, referencias y notas aclaratorias que
es preciso incluir en un trabajo para dar cuenta de los aportes
bibliográficos sobre los que el mismo se apoya. Sabido es que el
pensamiento científico se desarrolla mediante una labor continuada,
en la que los nuevos conocimientos tienen como punto de partida el
saber ya acumulado en una disciplina. En tal sentido puede
considerarse a todo autor como un continuador de quienes le han
precedido, aunque sea simplemente porque ellos hayan afirmado
proposiciones erróneas que sirven como punto de partida para ejercer
la crítica con la que se va construyendo un nuevo saber.
Ningún
investigador serio se lanza a buscar nuevos conocimientos sobre los
hechos sin tener una sólida información respecto a la labor ya
realizada en su campo de trabajo. Por eso resulta indispensable hacer
explícitas tales conexiones, porque así se tiene un fundamento para
elaborar nuevas ideas y porque de ese modo también se respeta y se
toma en cuenta expresamente el aporte de quienes ya han trabajado
sobre el tema.
Para lograr lo
anterior es necesario hacer referencia clara a la bibliografía que
se haya consultado, la cual debiera resumir, del modo más completo
posible, la suma de los aportes que posibilitan la realización del
trabajo. Ello se hace mediante dos recursos técnicos, bastante
similares entre sí aunque no idénticos: las citas textuales y las
referencias a obras existentes.
Se llama cita a la
trascripción textual de palabras y frases de otro autor, las cuales
se insertan en una obra o trabajo de investigación.
También se conoce
con este nombre a la llamada o referencia de un libro, la cual se
presenta al lector para identificar el material con el cual se
realizó la obra o trabajo de investigación.
Todo trabajo
científico debe estar en lo posible, respaldado por citas, ya que
éstas infunden confianza al lector, y dan seguridad al investigador.
La cita es un pasaje
textual que se reproduce de una fuente bibliográfica (libro, revista
científica, enciclopedia, entre otros.). Se utilizan cuando se toman
las palabras de un autor como fundamento para la exposición de los
investigadores o para entablar algún tipo de contraposición. Se
cita un texto sólo cuando el material citado resume un punto clave
(concepto, idea principal, definición) con el cual el autor está de
acuerdo o al cual el autor desea combatir.
Durante el proceso
de la recolección de los datos para un informe se hace acopio de
muchas citas, luego se suelen elegir las que se van a incorporar a la
investigación. Se sugiere que se coloquen por lo menos dos citas en
cada capítulo.
Las citas deben
tener un comentario hecho por el o los autores, que se puede colocar
antes o después de la misma.
Todas las citas
deben corresponder exactamente con el original en cuanto a su
ortografía, uso de mayúscula, minúsculas, puntuación y sintaxis.
Cuando una cita en su forma original contiene algún error, de
cualquier tipo, se añade la palabra Sic
en cursiva o entre corchetes para indicar que se copió textualmente
aunque con un error. Las citas se colocan entre comillas.
Cada cita lleva
igualmente la descripción de la fuente de donde ha sido tomada, la
cual se denomina habitualmente referencia, como se dijo en párrafos
anteriores y está compuesta por los siguientes elementos:
a) indicador
b) autor;
y
c) título
de obra y página de donde fue tomado el texto.
Cada cita debe
responder a una necesidad del investigador y sirve para introducir
una idea, para reforzarla, para dar tratamiento adecuado a un tema,
entre otros. Debe evitarse el citar por citar, como también el
realizar un trabajo sólo de citas, sin que aparezca colaboración
del investigador. Es común este tipo de trabajo, en el cual se
fusilan dos o tres autores, pero no se aporta nada, ya que ni se les
hace un análisis, menos una crítica y mucho menos una síntesis.
Cuando se realiza una cita, que lo mismo puede ser de un autor, una
institución, una obra literaria, en fin en la medida de la necesidad
del investigador, dicha cita debe ser debidamente comentada por el
autor del trabajo de investigación, pudiendo ser ésta en forma
favorable o adversa, porque no hace sentido realizar una cita y luego
no emitir un juicio sobre la misma.
TIPOS DE CITAS
Existen varios tipos
de citas, unas incluyen un texto en el escrito, ya sea éste directo
o indirecto; otras buscan aclarar el contenido de una idea.
Generalmente se le denomina a ésta cita nota.
CITA DIRECTA
Esta cita es
llamada también textual, es aquella en la cual se transcribe una
idea o concepto de un autor de manera textual, es decir, tal como
aparece en la obra, incluyendo errores si los hubiere.
Esta cita debe ir
entre comillas y dentro de un texto del escrito. Después del punto
debe indicarse el indicador de la fuente. Cuando la cita textual es
muy extensa debe destacarse del contexto del escrito y se eliminan
las comillas, pero después de punto final debe ir el respectivo
indicador. Más adelante el lector podrá encontrar más detalles
sobre este tipo de citas. Un ejemplo ilustra mejor lo que se ha dicho
anteriormente.
´´Nuestra
constitución prohíbe expresamente la pena de muerte sin importar el
delito cometido. Muchos autores a los que seguimos se oponen a la
pena de muerte porque el hecho de que el Estado dominicano instituya
la pena de muerte en la República Dominicana es una expresa renuncia
a su deber y obligación de proteger a los ciudadanos…´´1.
CITA
INDIRECTA
Una cita es
indirecta cuando se hace referencia a una idea o concepto de un
autor, la cual no se transcribe textualmente y aunque nos valemos de
nuestras palabras somos fieles a la idea del autor, razón por la
cual es necesario indicar la fuente de donde proviene la informacion
que extraemos.
En la cita indirecta
se coloca el indicativo, es decir un número pequeño en cima de la
última palabra y antes de citar la idea o conceptos del autor, es
decir, se hace referencia al autor, se coloca el indicador y luego la
idea. Ejemplo: Abelardo,2
Manzo presenta una serie de modelos para citar documentos
gubernamentales, pero insiste en que no hay reglas para ello, sin
embargo, fundamentalmente se debe indicar la identificación del
documento.
CITA DE CITA
La cita de cita es
cita que se realiza con fundamento en la autoridad de un autor que
cita a otro. Es decir, no se consulta directamente al autor de la
idea sino que se toma de una cita que hace un autor que sí consultó
la fuente.
En lo posible debe
tratarse de llegar a la fuente, pero siendo imposible que se pueda
recurrir a este tipo de cita. Ejemplo:
Teilhard anota la
importancia de la fe en el hombre cuando dice: “La fe en la paz:
sólo es posible, sólo es justificable, no lo olvidemos, sobre la
tierra en la que domine la fe en el futuro, la fe en el hombre”.3
ORDEN Y COLOCACIÓN DE LAS CITAS
Una vez anotada la
idea que se quiere tratar, ya sea textual o no, deberá indicarse la
fuente o referencia de la cita propiamente dicha. Se puede citar o
referenciar de varias formas, al pie de página, al final de cada
capítulo, al final de cada parte, o también al final de la obra.
Cada cita lleva su correspondiente referencia y comúnmente se da a
la cita y referencia a la misma denominación.
El investigador está
en libertad de citar según le parezca o convenga, pero una vez haya
escogido, por ejemplo, citar al final de cada capítulo, debe ser
cohernte o constante, es decir no debe mezclar citas al pie de página
y al final de capítulo.
Cada cita debe
responder fielmente a la idea anotada en el texto, por lo cual los
indicadores deben seguir una secuencia del uno al infinito.
CITA DE PIE DE PÁGINA
La cita de pie de
página es aquella en la cual se indica la fuente, página por
página. Generalmente no son más de tres citas, pero pueden
presentarse excepciones. Para citar al pie de página es necesario
tener en cuenta la página guía para equilibrar los espacios. Las
citas no deben tomarse espacios correspondientes al margen inferior.
Deberá separarse el
escrito del texto y la cita por una raya horizontal de cuatro
centímetros y se colocará el indicador seguido de un punto, luego
los datos referentes a la fuente. Basta colocar el nombre del autor,
título de la obra y la página en donde se encuentra la idea. No son
necesarios otros datos, ya que éstos aparecen al final en la
bibliografía.
CITA AL FINAL DE CAPÍTULO
La cita al final del
capítulo no es sino aquella cita en la cual se indica la fuente de
un capítulo. Para ello, al final del capítulo se comienza una
página con el título de citas en mayúscula, luego se colocará el
respectivo indicador, y seguidamente los datos referentes a la
fuente, tal como en la cita de pie de página.
CITA AL FINAL DE PARTE
Cada parte de un
capítulo cubre varios capítulos, por tal razón, cuando se cita al
final de parte, la secuencia de los indicadores cubrirá varios
capítulos. Al final de la parte correspondiente se comenzará una
página con el título de la o las citas en mayúscula, luego se
indicará el respectivo indicador y seguidamente los datos referentes
a la fuente, tal como en la cita de pie de página.
CITA AL FINAL DE LA OBRA
Para realizar la
cita al final de la obra, se procede tal como para el final de
capítulo o parte, con la diferencia de que la secuencia de los
indicadores cubrirá toda la obra.
Una cita
textual
es la transcripción exacta de lo que ha dicho otro autor dentro del
trabajo que se redacta. Una referencia
(o cita ideológica, como a veces también se la llama) es la
inclusión de ideas de otros autores pero en forma de resumen,
interpretación o paráfrasis. Cada una de estas técnicas cumple con
objetivos específicos y se adapta a necesidades particulares del
trabajo intelectual.
Las citas
textuales
(también llamadas directas o literales) se utilizan cuando las
afirmaciones que queremos traer a colación son de una importancia
tal que ameritan su transcripción literal. Ello ocurre especialmente
cuando nos proponemos criticar las palabras de un autor o tomarlas
como fundamento para nuestra exposición. Se comprenderá que, en el
primer caso, resultaría injusta y de poco valor la crítica a
nuestra
versión
de las palabras de otro; es preciso allí ser exactos, respetar la
forma original en que se ha expresado el escritor al que aludimos. Lo
mismo ocurre naturalmente en el otro caso, especialmente cuando se
trata de conceptos o de definiciones, de afirmaciones que sintetizan
una idea central del autor citado, o de un párrafo de particular
concisión o belleza.
En tales condiciones
la cita textual enriquece nuestro escrito, pues nos permite
incorporar con exactitud y en forma breve un conjunto de ideas ya
desarrolladas por otros. También se suele usar lo que se llama cita
“de autoridad”, especialmente cuando queremos reforzar nuestras
opiniones en torno a algún debate existente. En esas circunstancias
resulta a veces útil informar al lector que no sólo somos nosotros
los que así pensamos, sino que hay alguna autoridad en la materia,
algún escritor clásico o célebre con el que compartimos puntos de
vista. En todos estos casos la cita textual nos proporciona precisión
y seguridad: no hay que olvidar que el cambio de una palabra, de un
simple signo de puntuación a veces, puede alterar por completo el
sentido de lo que se expresa en una oración.
Si bien las citas
literales son, por todo lo anterior, tan importantes en un texto,
ello no significa sin embargo que se deba exagerar su uso. Un
desmedido número de citas, por lo general, da la impresión de
cierta inseguridad, de que necesitamos constantemente apoyarnos en
las ideas de otros y revela, por otra parte, una cierta falta de
originalidad, particularmente cuando se trata de materias que son
bien conocidas. El resultado puede ser bastante negativo para el
trabajo que hagamos, puesto que el lector, ya así mal predispuesto,
encontrará además que la lectura se le torna tediosa.
Por supuesto, no hay
una norma fija en cuanto al número óptimo de citas a intercalar en
un texto. Lo prudente aquí es razonar en cada ocasión la necesidad
de apelar a este recurso, teniendo en cuenta que existen grandes
diferencias de acuerdo a la materia tratada: no es lo mismo, en tal
sentido, un trabajo histórico que requiere de un fundamento para
cada afirmación que se haga, o un escrito filosófico en el que
deben criticarse con rigurosidad expresiones complejas, que una obra
sobre matemáticas o física experimental. En caso de dudas siempre
se recomienda al investigador o escritor poco experimentado que
recurra al ejemplo de trabajos que sean considerados como
especialmente valiosos dentro de su campo de conocimientos. Ellos
podrán darle una pauta más concreta, atendiendo a los usos y
costumbres imperantes en cada disciplina, cada lugar y cada época,
puesto que es fácil comprobar la existencia de grandes variaciones
al respecto.
La advertencia que
se acaba de formular respecto a la exagerada cantidad de citas debe
hacerse también en cuanto a la extensión de cada una. Es bueno
recordar aquí que una transcripción textual vale por su síntesis,
porque puede expresar clara y concisamente una idea que nos resulta
de interés. Por ello es imprescindible analizar bien el texto que
estamos citando para encontrar los párrafos más adecuados a
nuestros propósitos, sin caer en el vicio de trasladar largas e
innecesarias secciones del texto original. Tampoco es aconsejable,
por cierto, citar fragmentos inconexos, que pierden o alteran
totalmente su sentido fuera del contexto en que fueron formulados.
Para indicar
claramente a los lectores que se está utilizando material extraído
de la bibliografía es preciso, rigurosamente, encerrar entre
comillas
las palabras que se citan. Debe prestarse especial cuidado a este
detalle formal, puesto que de otro modo se está cometiendo
sencillamente un plagio, utilizando como si fueran nuestras
expresiones que hemos tomado de los demás.
Cuando se hacen
citas relativamente largas o sobre las que de modo especial haya de
recaer nuestro análisis, conviene que las destaquemos del texto
principal por medio de algún recurso de diagramación. Se suele
emplear para ello la sangría de todo el párrafo citado y un cuerpo
o tipo de letra menor (cuando se escribe en computadora) o
simplemente un espaciado entre líneas menor que el del resto del
trabajo (un espacio en vez de dos) cuando se usa máquina de
escribir.
Para
que el lector sepa de quién son las palabras que estamos
transcribiendo se coloca una llamada en el texto, después de cada
cita, que nos remite a una nota
donde se expresa claramente la fuente misma: deben apuntarse allí,
en este orden, el nombre del autor, el título de la obra (subrayado
si es libro o encomillado si es otro tipo de trabajo), la editorial,
la ciudad donde se editó y el año de edición, así como la página
exacta de donde se ha extraído la cita.
EL USO CORRECTO DE IDEM
IDEM.
A
menudo se presenta la cuestión de que un investigador se vea en la
necesidad de citar varias veces a un mismo autor en una misma página
y para evitar la redundancia desagradable, en la escritura se acude a
la sigla “idem”, que es un adverbio y a su vez una locución
latina que significa “lo mismo”. Abundando más sobre esta
sigla de tanta utilidad en metodología de la investigación, esta
nomenclatura viene del latín idem.
Es
un
pronombre que significa “el mismo”, “lo mismo”. Usase
generalmente en las citas para representar el nombre del autor
últimamente mencionado, y en las cuentas y listas, para denotar
diferentes partidas de una sola especie. Idem es además un adverbio
coloquial, que quiere decir: “Lo mismo que ya se ha dicho”. “Lo
mismo es lo uno que lo otro”. Se abrevia ID y se emplea para evitar
repeticiones.
EL USO DE IBIDEM (IBID)
Ibidem es una
palabralatina que significa allí mismo, en el mismo lugar, en el
mismo punto, en la misma página. Se abrevia Ibid. y así mismo se
usa en metodología de la investigación científica.
Se acostumbra a usar
cuando citamos un mismo autor varias veces, seguidamente, usamos la
palabra Ibid para evitar repetir los datos referentes a la fuente,
indicando con esa palabra que la cita es del mismo autor o que
estamos citando la misma fuente a la que ya hemos referencia en la
obra.
Ibidem
significa
‘en el mismo lugar’. Se utiliza para hacer notar que se trata del
mismo documento consultado; se usa cuando no se intercalan notas de
otros documentos.
Para poder usar Ibid
es condición esencial la secuencia de citas de un mismo autor y
obra. Si éstas son interrumpidas por otra referencia ya no se podrá
usar ibid. Ejemplo:
- Tamayo y Tamayo, Mario. Fenomenología de la Religión, página 27.
- Ibid, Página 34.
- Ibid, Página 47.
USO DE OPERE CITATO (OP. CIT.)
La Locus ci cit., del latín locus citado, que significa lugar citado. Se usa para señalar que se trata de referencias del mismo documento y página
Op.
cit.
significa
“obra citada”. Se usa para hacer referencia a un trabajo citado
con anterioridad.
La locución op.
cit., viene del latín,
es apócope
de opus citatum opere citato, que significa la obra citada, de la
obra citada. Es el término usado para proveer una nota
al pie,
cita que refiere a una anterior.
Para
encontrar la fuente del op.
cit., uno
debe buscar en todas las notas
al pie
previas para hallar el autor relevante. La fuente relevante está
citada allí.
En
la cita legal, refiere a la fuente citada inmediatamente antes de la
última fuente citada. Ibíd.
refiere a la última fuente citada.
Se usa el ibid y el
op. cit. cuando al citar se quiere abreviar el uso de la fuente para
la cual hay normas especiales que a continuación trataremos.
Op. cit. es la
abreviatura de la palabra opere citato, que significa obra citada.
Se usa cuando se cita más de una vez a un mismo autor y se quiere
evitar repetir datos referentes a la fuente, y si entre la primera
cita y la que se hace nuevamente hay de por medio otras referencias.
La locución latina
opere citato (op. cit.) debe ir acompañada del o los apellidos del
autor para identificar la obra y precedido de una coma. Luego se
indicará la página como el ejemplo que presentamos a continuación:
- Tamayo y Tamayo, Mario. Fenomenología de la Religión, página 27.
- Sciacca. Dios y la Religión en la Filosofía actual, página 137.
- Tamayo y Tamayo, op. cit., página 47.
0
Cuando en un mismo
trabajo se usan varias obras de un mismo autor no es conveniente usar
el op. cit. En este caso se usa Ibid cando las citas son seguidas y
cita normal cuando hay referencias de por medio.
Existe otro
sistema, más frecuente en los países anglosajones, según el cual
no se coloca la llamada y la nota sino que se intercala, luego de la
cita, un paréntesis donde se pone sólo el nombre del autor, la
fecha de la obra y la página que se ha citado; el lector luego puede
encontrar, guiado por el año de publicación, el título y demás
datos de referencia del texto original en la bibliografía general.
3
Teilhard
de
Chardin.
El
porvenir
del
hombre,
citado
por
Kay
Canavero
y
Angelo
Marchese.
Teilhar
de
Chardin,
hijo
de
obediencia,
Página
82.
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